El fregadero es uno de los puntos neurálgicos de la cocina. Es clave para la higiene del menaje, la vajilla, las 15 cosas que enjuagamos y lavamos dentro y, en consecuencia, para nuestra salud. Por eso es fundamental llevar a cabo un mantenimiento adecuado. Te explicamos cómo limpiar y desinfectar un fregadero según el material con el que esté fabricado.
Formas de lavar y desinfectar un fregadero
Como suele suceder, no hay una única forma de limpieza para gobernarlas a todas. Principalmente, porque no todos los materiales reaccionan igual ante determinados productos químicos o utensilios. Lo más importante es que el proceso de mantenimiento no afecte negativamente a su apariencia o calidad, de ahí muchas veces lo de no usar productos abrasivos.
A la hora de limpiar y desinfectar un fregadero hay quienes prefieren optar por métodos de limpieza tradicional que, con frecuencia, también suelen ser más ecológicos y sostenibles. Se suelen basar en los siguientes productos:
- Vinagre: es un potente antibacteriano natural y tiene acción blanqueadora. Junto con el bicarbonato, nuestro binomio preferido de la vida para el hogar.
- Jabón neutro: su composición equilibrada contribuye a respetar las propiedades de las superficies.
- Bicarbonato: qué decir del bicarbonato que no os hayamos dicho con amor ya. Es perfecto para eliminar la grasa y blanquear. Y también puede ser un buen apaño para pequeños atascos combinado con (redoble de tambor): ¡el vinagre!
- Limón: permite aclarar las manchas con mayor facilidad, sobre todo las de óxido.
Por último, un buen aclarado con agua en todos los casos y secar con un trapo, mano de santo. Estos métodos suelen ser compatibles con todos los tipos de fregadero. Sin embargo, es mejor que tengas cuidado si está hecho con un material distinto de los convencionales.
Trucos para limpiar el fregadero según su tipo
Cada material tiene sus peculiaridades y características y, aunque sean duros y resistentes, conviene tener cuidado para prolongar la vida del fregadero. Recomendamos diferentes métodos en función de los fregaderos más comunes en las cocinas domésticas: acero inoxidable, vidrio y granito.
Fregaderos de acero inoxidable
Los fregaderos de acero inoxidable suelen ser una apuesta muy duradera para la cocina. Lo primero que te recomendamos es dejar a un lado los estropajos demasiado duros, ya que solo rayarán la superficie. Opta por una esponja o un paño de microfibra. En lugar de productos químicos muy específicos, recurriremos a otros que podemos encontrar en casa. El acero inoxidable responde estupendamente a los procesos de limpieza y desinfección.
El orden de pasos a seguir:
- Mezcla agua tibia con jabón neutro.
- Empapa el paño en la mezcla y pásalo por todo el fregadero hasta eliminar las manchas.
- Aclara bien y seca con un trapo limpio.
Para una limpieza profunda y mantener incluso el brillo natural del fregadero, puedes encontrar información detallada en nuestra guía de limpieza y mantenimiento de fregaderos de acero inoxidable. También es cierto que algunos fregaderos lo de limpiar lo ponen más fácil que otros.
Fregaderos de vidrio
En este caso, tampoco recurriremos a los estropajos duros. Además, es todavía más necesario emplear jabón neutro para que el vidrio no se manche. Por otro lado, hay que tener en cuenta que aunque su material predominante sea el vidrio, otras partes pueden tener una composición diferente. Este es el caso, por ejemplo, del grifo, que suele ser de acero inoxidable. Dicho esto:
- Pasa un trapo seco para eliminar toda la suciedad y evitar que esta entorpezca la limpieza posterior.
- Haz una mezcla de agua tibia y jabón neutro.
- Empapa el paño en la mezcla y frota suavemente por todas las superficies para desinfectar.
- Aclara bien con agua y seca con un paño suave.
Y llegamos al paso indispensable: eliminar manchas. Estos fregaderos se caracterizan por presentar imperfecciones estéticas si no se les da un adecuado mantenimiento, así que hay que darles un poco de amor, pero por lo bien que quedan, bien lo valen. Puedes hacer una mezcla de vinagre blanco y agua, que te servirá para frotar con insistencia sobre zonas con óxido.
Fregaderos de granito
Este material se caracteriza por su elevada resistencia y resiliencia. Se recomienda limpiarlo una vez al mes como mínimo, ya que los materiales naturales necesitan poco más de atención. De nuevo, la regla de oro: di no a los estropajos abrasivos. Para mantener tu fregadero de granito en buenas condiciones puedes limpiarlo siguiendo estos pasos:
- Elimina toda la suciedad con un paño no demasiado húmedo.
- Si tiene relieves, emplea un cepillo de dientes suaves para limpiarlos.
- Aplica jabón a un estropajo de nailon y frota en círculos pequeños para una desinfección más profunda.
Si observas que sigue habiendo manchas, puedes utilizar una disolución de lejía o vinagre por tres partes de agua sobre un trapo y limpiarlas. También puedes poner un poco de jabón neutro sobre la mancha y dejarlo actuar unos minutos. En cualquier caso, aclara muy bien con agua. Puedes ver nuestra guía de consejos para limpiar fregaderos con granito en este enlace.
No obstante, aprovechamos para recordar que en muchas ocasiones los fregaderos vienen acompañados de sus instrucciones, donde indican la mejor forma de mantenerlo y limpiarlo. Y son libritos hasta con dibujos y todo, así que aunque a todos nos cueste, conviene echar un ojo.
Como probablemente habrás escuchado, el fregadero es uno de los lugares que más bacterias acumula en el hogar. Así que limpiar y desinfectar un fregadero es indispensable para la higiene de la cocina y para mantener sus propiedades como el día en que era un fregadero más, en busca de un hogar donde establecerse. Con un pequeño mantenimiento, estará contigo muchos años y en las mejores condiciones.